Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

martes, 21 de junio de 2011

Entre dos nubes

     Hoy es otro de esos días que una, sin saber por qué, está invadida de melancólica tristeza, un cúmulo de pequeñas circunstancias que invitan a la depresión no diagnosticada por un especialista, pero que hunden en el fango tanto como un saco de patatas atado al tobillo. 
     Las personas somos seres malditamente complejos, tanto que cuesta conocer los entresijos del prójimo tanto o más que los propios. Dios olvidó colocar el libro de instrucciones bajo el brazo de cada uno, y pasado el tiempo no hay quien construya el puzzle de nuestra psicología. Y si no, que se lo pregunten a mi marido, que siempre se queja, amargamente y con loable resignación, de mis inesperados y sorpresivos cambios de humor, rara vez achacables a alguna explicación lógica y coherente. Santo varón...(x los kínder...)
     Fruto de este estado místico-tragicómico-crónico-habitual con matices menopáusicos-melancólicos-desesperantes-patológicos es este aspirante a poema que viene a ser como el vino que bebe Asunción, que ni es blanco, ni es tinto, ni tiene color, y que no sabe ni a tocino añejo, pero ahí lo dejo caer.



  ENTRE DOS NUBES

Mañana amanecerá el prólogo del futuro, 

y hoy el presente se empeña 

en enredarse  entre mis dedos.

La cesta de los rencores pesa tanto

que he de tirar recuerdos por la borda

por pura supervivencia.

Quisiera dormir indefinidamente,

porque durante el sueño

el miedo no trabaja,

la rabia habita en los arrabales 

de la inconsciencia,

y la voluntad suspende su latido.

Ojalá los barrotes de mi jaula de oro 

se vuelvan de azúcar,

se curven por misericordia,

o se retuerzan de dolor,

para así poder escapar

de mis cadenas y de mis carceleros.

Mi conciencia flota entre mil fantasmas,

que danzan en medio 

de un simulacro de fiesta.

Se ha quebrado el idílico paisaje

de mis sueños almibarados,

pero asoma entre dos nubes

mi alma esperanzada.

La nostalgia sale perezosa de su escondrijo

para besarme en la frente.

                                                  

     Y ahora ya voy a tomarme la medicación, que estoy muuuyyy loca...esto va a ser del riego.

     Achuchones varios, por la paciencia que tenéis conmigo.

1 comentario:

  1. Este poema fue seleccionado y publicado por el Excelentísimo Ayuntamiento de Badajoz en el recopilatorio de poesía "El vuelo de la Palabra", en el año 2.012.

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