Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

domingo, 5 de febrero de 2012

Para que te enteres



     He oído decir que van a comenzar a entregarnos una factura cada vez que hagamos uso de algún servicio sanitario, no con la finalidad de cobrárnosla, sino con el fin de informar cuánto cuesta atender nuestra consulta al médico de cabecera, cuánto vale la radiografía que hemos necesitado en urgencias, cuál es el precio de una intervención quirúrgica o el de la vacuna de la hepatitis. 


     Te informan desinteresadamente, ¡qué generosidad!  Sobre todo considerando que lo pagamos nosotros mismos en forma de impuestos y cotizaciones. 


     Estaría bien que se entregara, con el mismo objetivo informativo, claro está, una factura al senador (que no sé para qué sirve) cada vez que se sube a un coche oficial, a un ministro cuando vuela en primera clase, a un diputado después de una comilona en acto de servicio, a un alcalde cuando reciba un regalo por un favor urbanístico, a un presidente autonómico cuando visite un centro de mayores que se ha engalanado para recibirle, o al mismísimo rey cuando represente a su país en la otra parte del mundo, acompañado de todo su séquito.


                   Toma, para que te enteres.

1 comentario:

  1. Aunque un poco mutilada, supongo que por motivos de espacio, esta carta de opinión ha sido publicada en el periódico HOY el miércoles día 8 de febrero de 2012.

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