Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

sábado, 7 de julio de 2012


 

COMULGAR CON RUEDAS DE MOLINO (entrada del blog "matertuamalaburraest", que yo comparto con todos vosotros...)

PUES NO :  me niego a comulgar con ruedas de molino y a aceptar "pulpo" como animal de compañía.
      Después de leer la laureada obra poética de un autor consagrado (MJL, ganador del trigésimo premio de poesía "Ciudad de Badajoz"), a duras penas consigo controlar mi estupefacción. Si estos versos valen para un reconocido jurado varios miles de euros (9.000 €, para ser más exactos), es que nos hemos vuelto locos.
      Una de las acepciones del sustantivo “poesía” en el DRAE reza: “Manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio de la palabra, en verso o en prosa”.
      Ejemplo (ejem, ejem):
Las nueve menos cuarto de la noche
cuando escribo esta crónica. Ahora mismo
se me ha meado el gato encima. Está
viejo Ulises y ya no es pelirrojo.
Va perdiendo la vista.
      Otra acepción: “Idealidad, lirismo, cualidad que suscita un sentimiento hondo de belleza, manifiesta o no por medio del lenguaje”.
      Otro ejemplo (ejem, ejem):
Con esto de la crisis
las putas de la Plaka
tienen menos trabajo.
Ellas mismas se zurcen
sus medias desgastadas
y se tiñen el pelo
las unas a las otras
con productos baratos.
Incluso hasta Afrodita
tiene menos clientes.
El negocio ha caído
casi un treinta por ciento.
En tiempos como éstos
hay amores que encogen los bolsillos.
      Me viene a la memoria una noticia que vi en televisión. Hacía referencia a una exposición de arte moderno en la que camuflaron entre las obras de autores consagrados una pintura abstracta  realizada por alumnos de educación infantil. Sobre este lienzo entrevistaron a algunos de los asistentes, que concluyeron su análisis afirmando ver en aquellos trazos traumas sexuales, conflictos de identidad y otras paranoias absurdas en absoluto achacables a los niños de corta edad que tan inocentemente habían “decorado” un fondo inmaculado. Sin duda, una interesante experiencia susceptible de extrapolar a otras manifestaciones artísticas, como la poesía.
      (Ejem, ejem):
Helado de yogur
con pasas de Corinto
es la especialidad de la Heraklea.
Yo prefiero el de higos y amapolas
      Estamos de acuerdo que las nuevas tendencias excluyen con frecuencia la rima de los versos, se ha quedado obsoleta la técnica de contar sílabas o de ajustarse a cánones preestablecidos. Pero la poesía, por definición, tiene que exaltar los sentimientos más íntimos, nos tiene que estremecer, debe hacer estallar emociones, arrancarnos una sonrisa o amnistiar nuestras lágrimas presas.
      No voy a dejarme manipular por los que se erigen como eruditos, y a mí solo me parecen academicistas infectados de gilipollez supina, por mucho que otorguen suculentos premios a obras que no solo no ponen los pelos de punta, sino que levantan ampollas de indignación por la bazofia que contienen unos versos, que tan solo son prosa paupérrima y deprimente. 
      Invoco las golondrinas de Bécquer, los versos sonoros y vibrantes de Chamizo, la canción desesperada de Neruda, las soledades de Machado.
En torno a mí estoy viendo tu cintura de niebla
y tu silencio acosa mis horas perseguidas,
y eres tú con tus brazos de piedra transparente
donde mis besos anclan y mi húmeda ansia anida.
                                                                                                (Neruda)
Y era el beso del viento susurrante,
y era la brisa que las ramas besa,
y era el agudo suspirar silbante
del mirlo oculto entre la fronda espesa.
                                                                            (Antonio Machado)
Me ha herido recatándose en las sombras,
sellando con un beso su traición.
Los brazos me echó al cuello y por la espalda
partióme a sangre fría el corazón.
                                                                              (Bécquer)
Esos ojos qu'otros días me miraban
chiqueninos, entornaos, zalameros
y hora miran rencorosos y asustaos
del sentir que llevas drento
y de l'honra de tu casta que derrumban
ese jambre que tú tienes de dinero
y ese orgullo mardecío, porque sabes
qu'eres guapa, más que toas las del pueblo.
                                                                                     (Chamizo)
      ¡Ay, qué tiempos aquellos...! Este es el camino marcado por los auténticos poetas, ojalá no consigan los falsos profetas apearnos del sendero correcto.

2 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo contigo, Juan Francisco. Gracias por dejar tu comentario. Soy una incondicional admiradora de tu estilo literario, en prosa y en verso.

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