Queridos Reyes Magos:
Este año me he
portado muy bien, tanto como el año pasado, así que confío que mis peticiones
sean perfectamente atendidas. Sin más
preámbulos, paso a detallar mi lista, henchida de emoción y de impaciencia, a
partes iguales, a la espera de recibir tan anhelados presentes, puesto que
algunos se quedaron en el camino en 2.012.
- 365 días de felicidad moderada, desbordante en momentos puntuales, compartida con los que quiero.
- Un empleo por un año para todos los que han estado a la espera en los últimos tiempos. Si es indefinido, mejor que mejor.
- Cuatro abrazos sinceros y apretados diarios, mínimo, de la misma o de distintas personas queridas.
- Sonrisas y palabras amables para decorar cada minuto de 2013, y un frasquito de optimismo
- Un titular de prensa, que anuncie en enero: “Se acabaron definitivamente las hambrunas en el mundo”.
- Varios titulares para abrir los telediarios, en los primeros días del año: “La crisis ya es historia”, “Todos los conflictos bélicos están resueltos”, y “Cataluña vuelve a estar tan orgullosa de su españolidad, que entierra sus planes de independencia”.
- Un jarabe instantáneo para los dolores del alma.
- Una varita mágica para curar todos los males del cuerpo
- Un manantial universal y gratuito de amor eterno.
- Un aire puro que podamos respirar todos los seres vivos de la Tierra, y un cielo azul que nos inspire poesías.
Puede que me
olvide de algunas cosas, pero no quiero abusar más de vuestra bondad por esta
ocasión.
La noche del
sábado me acostaré pronto, no sin antes comprobar que está servida y a la vista
la bandeja con agua para los camellos, y la copita de licor y los polvorones
para Sus Majestades.
Espero haber
escrito mi dirección con claridad, para no dar lugar a equívocos. No les
entretengo más, que estos días tienen Sus Majestades mucha tarea.
Con toda mi
ilusión y mi corazón de niña grande, un saludo afectuoso y agradecido de
antemano de
Maribel.
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