Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

lunes, 30 de junio de 2014

Fin de curso 2.014


Hoy se cierra, por imperativo del calendario escolar, el curso 2.013/2.014. El tráfico en los alrededores de los colegios, poco antes de las 9 de la mañana, es fluido, circunstancia impensable hace solo quince días.

Esta mañana hemos celebrado el claustro final, con todo el profesorado presente. Balance de lo pasado y planes, aún por perfilar, para el futuro curso. Cansancio y motivación flotan de manera sincronizada por los pasillos y en cada conversación. Gente que se retira a un segundo plano, gente que da por vez primera el salto a la palestra, y gente que dice adiós a su ejercicio docente y a sus compañeros.

A mí me quedan en el colegio flecos por rematar para un par de días más. Luego, relax para poner al día los asuntos domésticos más urgentes, atender los afectos más desaliñados, disfrutar las horas de sueño más deseadas, saborear las comidas más reposadas, retomar las relaciones con los amigos relegadas hasta mejor momento, pasear mirando de cara los atardeceres o fijar en la retina todo lo bello que convive con nosotros a nuestro alrededor y vemos pasar de largo por el espejo retrovisor de la rutina.




Pasados los primeros días de verano, volveré a centrifugar en mi cabeza todo aquello que se me ha ido ocurriendo durante los últimos meses, y acabaré colgándolo a secar en las largas tardes del estío, para recogerlo, plancharlo y lucirlo desde las primeras mañanas septembrinas.
Ideas, proyectos, sueños, que empujarán por salir al ruedo del otoño, del invierno o de la primavera que adornarán nuestra senda del curso 14/15.


Los niños ya disfrutan su descanso, ya sea en campamentos, en algún pueblo al abrigo de sus familiares, en la playa o en la montaña, en destinos que pasaron de promesa a realidad una vez conseguidos buenos resultados académicos, en alguna casa de campo o mitigando los calores en piscinas públicas, privadas o comunitarias.


La última semana del curso se celebró una función en el salón de actos, en la que actuaron algunos niños de cada clase, mostrando las coreografías que trabajaron en equipo en las horas de Educación Física. Realmente fueron dos funciones: una para todos los alumnos del segundo ciclo de Primaria, (o sea, los terceros y los cuartos), y otra para el tercer ciclo (los quintos y los sextos). En ambas se sumaron como público otras clases, hasta completar el aforo del patio de butacas. 




Siempre es un éxito, porque ellos son los protagonistas y el espectáculo lo hacen a su gusto: eligen las músicas, el vestuario, los bailarines, y la puesta en escena. Yo solo ejerzo de maestro de ceremonias para llevar un orden.
Estas fotos son de algunos de los grupos participantes de quinto de este año. Sentí no poder fotografiar a los grupos de sexto, que salieron con prisas para ensayar la ceremonia de graduación que tenían esa misma tarde, ni a los de tercero y cuarto, pero sirvan de muestra para constatar su valía y su arte, ellas y ellos, por supuesto.




Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado. Fue bonito mientras duró…

viernes, 27 de junio de 2014

¡Alcanzamos las 80.000 visitas!

Creo que llegar a esta cifra merece una pequeña celebración, así que yo aporto estas ricas tartas decoradas, y vosotros tenéis que dejar constancia de vuestra visita dejando un comentario para la ocasión en el blog, no en facebook, ¿vale? Al autor del comentario más cariñoso, más simpático, más original o más llamativo, le invitaré a un café en algún local de Badajoz a convenir, en los próximos días.


Os animo a haceros seguidores de Maribelandia, hagamos crecer la familia y pasémoslo en grande. Necesito saber que estáis ahí, necesito vuestro calorcito…



                       ¡Besitos de chocolate!

miércoles, 25 de junio de 2014

Excursión con 6º a Salamanca


Este año he acompañado a los tutores de 6º de primaria a la excursión que han programado para los alumnos a la ciudad de Salamanca. Les he dado Educación Física desde 3º, así que les conozco bien a todos y cada uno, cuatro años viéndoles crecer de cerca dan para mucho.




Salimos muy temprano el miércoles 11 de junio y volvimos el jueves 12, por la tarde. Nuestra noche la pasamos en un céntrico hotel, el Emperatriz, tan bien ubicado que pudimos hacer todas nuestras visitas dando un paseo.



Ochenta preadolescentes con las hormonas revueltas y muchas ganas de divertirse, y tres adultos controlando sus movimientos. El primer objetivo fue ubicarlos en habitaciones de dos, tres o cuatro camas.



Las visitas culturales estuvieron concentradas en la tarde del miércoles, desde después de comer, a la mañana del jueves hasta la hora del almuerzo, tras el cual emprendimos la vuelta. La Casa de las Conchas, la Pontificia, las catedrales, los Dominicos, la casa de Santa Teresa, que habitó rehabilitada tiempo después nuestra madre fundadora, Santa Bonifacia, y que es ahora la residencia de las Siervas de San José, el colegio salmantino de las Josefinas...  


¡Qué paz se respira entre los muros de la casa de nuestras monjas, qué patio más cuidado y agradable...! Entre una visita y otra, hicimos algunas pausas para tomar un helado o un refresco en la Plaza Mayor.



Ya por la noche, después de cenar, salimos todos a dar un paseo por la ciudad, que estaba en fiestas. Asistimos al espectáculo de fuegos artificiales y a las actuaciones programadas en la Plaza Mayor, cuya iluminación la embellecía más aún si cabe.



Cuando llegamos al hotel para acostarnos, los niños parecían muy cansados...



...pero solo aparentemente. Tuvimos que prolongar la guardia en los pasillos hasta altas horas de la madrugada. Al levantarnos, ya bajamos a desayunar con el equipaje recogido, para dejar libres las habitaciones. Dejamos todo en consigna, y continuamos nuestras visitas, e incluso quedó tiempo para que hicieran algunas compras y otras cuantas fotos.



Tras la comida, iniciamos la vuelta, todos cansados, pero felices. Una excursión con una apretada agenda, pero también muy interesante, instructiva y propicia para estrechar lazos de amistad.




                             ¡Se acabó!

El verano y los maestros

Para los maestros aún no ha terminado el curso. A decir verdad, nunca, ni siquiera en nuestro tiempo libre, nos desvinculamos del todo. Desde el viernes pasado, que nuestros alumnos dejaron de inundar los pasillos de los colegios, vamos de acá para allá con memorias, reuniones, limpieza de las clases, cursos de formación… Cuando, por fin, entrados en el mes de julio, dejemos de estar presentes en nuestras aulas y empiece nuestro descanso estival, seremos incapaces de desconectar totalmente de nuestra vocación: leeremos para aprender y mantenernos al día de las nuevas tendencias, y engendraremos y maduraremos nuevos proyectos para mejorar nuestra actividad docente el curso próximo. 




Para las madres ha comenzado la temporada de “hijo, qué ganitas de que empiece otra vez el cole”; para los desinformados con mala intención y deficiente habilidad para hacer cálculos mentales, empiezan los “tres meses de vacaciones de los maestros, que trabajan menos que el sastre de Tarzán”; para nosotros, los docentes, es hora de cargar las pilas y escuchar nuestros pensamientos sin el bullicio infantil como banda sonora, y volver con renovada ilusión en septiembre, que está a la vuelta de un verano que, a unos y a otros, siempre se nos queda corto.




lunes, 23 de junio de 2014

Cuarenta días de junio


"Cuarenta días de junio" es un poemario escrito por Piedad González-Castell Zoido, tía Piti para la familia, que se presentó el sábado 14 en la Feria del Libro de Madrid. Allí estuvo ella, pletórica y feliz, rodeada de amigos y familiares, firmando ejemplares de su obra en la caseta 127 del Parque del Retiro.





Al cierre de la feria, nos trasladamos a su casa para tomar un aperitivo, a modo de celebración, y brindar por el éxito de ventas de su libro. Desde la terraza de su ático, en la Carrera de San Jerónimo, disfrutamos de una velada agradable, una noche mágica, con el reloj de la Puerta del Sol como testigo.








Me decidí a viajar a Madrid, pese al cansancio acumulado por un viaje de dos días a Salamanca a mediados de semana, porque Mane estaba allí y tenía habitación de hotel, y mis cuñadas me invitaron a ir en su coche. La excursión prometía diversión segura, como así fue, a pesar del madrugón. Nos presentamos en el Meliá Castilla, y recogí la llave de la habitación que Mane dejó a mi nombre en recepción. Mientras él llegaba, le potreamos la cama, entre risas y fotos.




Bajamos en el ascensor exterior, desde el piso 13, con un poco de vértigo...




Luego nos fuimos a comer a un italiano, Mane, sus hermanas Conchi y Paci y yo, y algo después llegó mi sobrina Marta.




Cuando paseamos por las casetas de la Feria del Libro, vimos muchos escritores famosos. Algunos, incluso, le pidieron a Marta que posara con ellos, tal belleza iba destilando por donde pasaba. Su espectacular estilo llamó la atención de Miguel Ángel Revilla, lo que dejó para el recuerdo una simpática anécdota.




Tambíen el escritor Chema Paz Gago pidió a Marta una foto, alegando que ella es la princesa de la portada de su libro.




Paci también aprovechó la oportunidad para fotografiarse con los autores de los libros que iba comprando, como Carmen Posadas, Mónica Carrillo...




Fue un fin de semana estupendo, en familia, arropando a tía Piti en la firma de su libro "Cuarenta días de junio", cuya lectura de versos intimistas y eróticos recomiendo a todo el mundo. Mane y yo nos sentamos en un banco del Retiro para obtener una primera impresión, que nos dejó gratamente sorprendidos.


                             ¡Arrivederci!