Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

sábado, 31 de enero de 2015

Guan, chu, zri



Pertenezco a la última promoción que estudió de 1º a 6º de Bachillerato y que accedió a la Universidad después de COU. En aquella época se podía optar por cursar inglés o francés, a criterio individual, y yo estudié francés. 



Ahora no hay alternativa posible. El inglés se convirtió, tiempo ha, en materia obligatoria, y actualmente en una obsesión de los colegios por conseguir lucir en su fachada el cartel de “Centro Bilingüe”, para no ser menos que el colegio de más allá. Este objetivo es un reto para los equipos directivos, un postureo para algunos padres, y una auténtica pesadilla para muchos docentes. Los que como yo, cercanos a la prejubilación, no aprendimos inglés en su día, nos vemos obligados por las circunstancias a estudiarlo, no por gusto de saberlo, sino con la obligación de hablarlo en las clases. Ya me diréis qué lecciones puedo yo dar en el idioma de Shakespeare, que no rayen en el ridículo más espantoso, por mucho que me aplique, entre alumnos que desde infantil lo chapurrean con mejor o peor soltura. Me parece lógico que los nuevos docentes que se incorporan acrediten un buen nivel, pero creo que la implantación del bilingüismo en los centros debe ser un proyecto a más largo plazo. Las prisas nunca son buenas, pero los intereses económicos que se pueden intuir son contundentes. Tendré que pagarme una academia de mi bolsillo para poder seguir trabajando, porque sola no paso del guan, chu, zri. 


1 comentario: