Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

miércoles, 18 de febrero de 2015

Viva la Madre Superiora





Tenía ganas de reunir a mis hijos, algo que cada vez se hace más difícil. Enrique y Carmen han venido a pasar unos días a España, en los que su agenda ha estado apretadísima, para atender a todas sus amistades, familia, compromisos, e incluso le ha dado tiempo a Enrique para ir a esquiar. Lu y Julia vinieron de Sevilla, pero también Lu se ha ido a Sierra Nevada unos días. Y Alberto, que es bastante menos viajero, tenía programado un viaje a Cantabria con su novia, del que ha vuelto esta misma tarde. Había que aprovechar la ocasión, y esta noche hemos tenido la oportunidad de salir todos juntos. Mañana ya se marcharán unos a Manchester, otros a Sevilla, y Alberto volverá a ser "el rey de la casa" entre sus padres.


Verlos a los tres, con sus novias (aunque la de Alberto no ha podido estar), con Mane, contándonos sus cosas, riendo, charlando, me llena de orgullo y satisfacción, como diría el rey D. Juan Carlos.



La calle estaba prácticamente desierta, pero aún quedaba la iluminación de estos días de Carnaval en la Plaza de los Alféreces.



Aquí presumiendo de mis cuatro guardaespaldas.



Y en esta otra foto, con mis tres niños y dos de mis niñas.



Rita, que se ha portado de maravilla en el restaurante, escondidina en el bolso sin decir ni mú, ha jugado y correteado cuando hemos vuelto a casa. Echará de menos a Carmen cuando mañana vuelva con Enrique a Manchester, y ella se quede en tierra.


Ha sido una velada preciosa. Estos momentos son los que de verdad merecen la pena en la vida. Y, como se suele decir: y ahora que estamos todos juntos, 

                               ¡viva la Madre Superiora!

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