Juego de palabros
En la lucha por la igualdad de
sexos, equilibrar las listas electorales de hombres y mujeres se ha convertido
en una auténtica obsesión, y un argumento de humo que los políticos quieren
vendernos, uno más, en la carrera que acabará el 20D. Craso error, y vaya por
delante que, como mujer, exijo el reconocimiento que me corresponde. Pero este
tema me parece la idiotez elevada a la enésima potencia. A mi entender la
paridad es una parida. Hay personas competentes y otras que no valen ni para
estar escondidas, independientemente de lo que escondan en su arco del triunfo.
Y lo digo sin remilgos, aunque a algunos y algunas les parezca políticamente
incorrecto, y puede que lo sea. Respeto su opinión.
En la misma línea de imbecilidad
disfrazada de defensa a ultranza del sexo femenino, se ha puesto también de
actualidad en los discursos públicos hablar de todos y todas, ciudadanos y
ciudadanas, trabajadores y trabajadoras, seguido de un larguísimo etcétera de
ejemplos sin pies ni cabeza, cuando lo correcto en estos casos sería utilizar
el masculino plural sin más apéndices. Y en este juego de palabros y palabras
nos quedamos estupefactos y estupefactas, esperando que unos y unas salgan de
este modo y de esta moda.
Publicado en 'Cartas al Director' del diario HOY el sábado 12 de diciembre de 2015.
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