Este es mi espacio, mi pequeña parcela de libertad, mi válvula de escape, mi cofre de sentimientos, mi retiro, mi confesionario, el escondite de mis rebeliones, el escaparate de mi alma.

lunes, 11 de julio de 2016

Menudas estrellas


La última semana de curso celebramos la gala en la que se exhiben las mejores coreografías que los alumnos han preparado para el último control de Educación Física. 


Mi misión consiste en seleccionar las más destacadas por aspectos como originalidad, perfecta sincronización, ritmo, una cuidada puesta en escena, un vistoso vestuario que no suponga un gasto extraordinario en el presupuesto familiar, coordinación y trabajo en equipo...


El patio de butacas del salón se llena con todos los alumnos como espectadores. Los que actúan van subiendo al escenario desde sus asientos a medida que se les va llamando, y vuelven a sentarse al terminar.





De esa manera todos tienen la oportunidad de ver cómo han concebido otros grupos la actividad.




Es admirable la pasión con la que asumen esta tarea de equipo, con la ilusión de contarse entre los elegidos que bailan para los demás.



Una de las condiciones que deben cumplir es que todos y cada uno de los compañeros de cada clase pertenezca a un equipo, ningún niño puede quedar excluído de esta actividad.



Cada equipo puede tener un mínimo de 3 componentes, y un máximo ilimitado, a sabiendas de la dificultad que entraña coordinarse cuando son muchos para ponerse de acuerdo.



Por primera vez este año una clase de 4º de primaria se ha atrevido a montar una especie de musical en el que participaban todos, teniendo como fondo musical una mezcla de temas enlazados con un hilo conductor, que su tutora les ayudó a grabar. La actuación fue sorprendente y el resultado verdaderamente espectacular, con la dificultad añadida de ser tantos componentes, y de tan corta edad.



Hubo grupos de niñas solamente, exclusivamente de niños, coreografías en parejas, un poco de todo, a decir verdad.



Las músicas también muy variadas: latino, pop, muy actuales, clásicas, tecno, house... 



Unos grupos montaron la coreografía "a pelo" y otros utilizaron distintos recursos: bancos, paraguas, sombreros, picas, pelotas, sillas...



Algunos se atrevieron incluso con arriesgadas acrobacias, sin perder el ritmo.



Se hicieron dos funciones: una para alumnos de 3º y 4º, y otra para los más mayores de 5º y 6º.



Los tutores siempre se sorprenden al ver a sus pupilos en este registro de artistas que llevan dentro, los alumnos se crecen y se superan cuando actúan para los demás.



Es una función hecha por ellos y solo para ellos, y siempre es un evento que esperan con emoción esos últimos días de curso en los que el calor aprieta y los objetivos académicos ya están conseguidos.



Un año más se han superado con creces las previsiones, y el éxito ha sido el auténtico protagonista. 

 
Ahora toca descansar, cargar las pilas y buscar ideas novedosas para la función fin de curso del año que viene.

                  ¡FELICES VACACIONES!
 



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